jueves, agosto 26, 2010

Secuestro aereo

Estaba decidido a hacerlo.
Se había preparado a conciencia.
Tenía el arma, se había adiestrado para usarla y se veía capaz de tomar el control del avión con ella.
La había pasado por el control, con mucha suerte y más pericia. Y por fin, en pleno vuelo, estaba listo.
Así que se levantó, se enfrentó a una azafata y blandiéndola dijo:
- Esto es un secuestro. Tengo un cortauñas y se usarlo", justo antes de morirse de vergüenza.